martes, 3 de abril de 2007

1964 PATRICIA KLEIN


1961 ERÉNDIRA LUCÍA


1963 EVANGELINA


१९६२

LUCÍA नतेरा 1962

1965 LUCINA DE SANTIAGO


Entrevista con Lucina de Santiago..... Reina de la Feria 1965


P.- Cuéntenos de lo que usted se acuerda cuando el desfile
R.- Cuando fue el desfile, que ella fue elegida reina, Rodríguez Elías envió un carruaje, tirado por caballos. Para mí eso fue muy significativo, yo tenía poca edad. Ella se subió al carruaje y fue un paseo por toda la ciudad. Ella y la princesa –Rosa María Jasso. A mí se me hacía muy bonito porque entonces les daban mucho su lugar en todos los eventos, en las corridas de toros, en los deportes –básquetbol, fútbol– su entrada siempre fue triunfal. Todo mundo se paraba y aplaudía. La primera vivencia que yo tengo fue cuando el último cómputo. Ella trabajaba en el Seguro y salía a las 9 de la noche del consultorio. Había una tiendita en la esquina de la casa de mis padres, en la Justo Sierra. Cuando ella salió estaban transmitiendo el evento del voto, en la Alameda Trinidad García de la Cadena. Lógico que ella pasó por ahí, pero en vez de quedarse en la casa donde estábamos los hermanos y mis papás escuchando el radio, ella no quiso escuchar, se salió a la tienda de don Ramoncito a tomarse un refresco mientras pasaba el evento.
Cuando salió ella triunfadora, la anunciaron: “Lucy Primera” y era muy bonita la publicidad que se daba en aquel tiempo en el radio. Antes de eso, en el radio los hacían publicidad –“Nuestra reina, ¿quién será?¿Quién crees que ganará?” Era el comercial. Se preguntaban uno al otro –“¿Quién crees que ganará?” –“¡Hombre ni me lo preguntes, Lucy triunfará!” Y así era durante meses.
Cuando ya anunciaron ganó Lucy, fuimos por ella, estaba muy nerviosa, gritó, se emocionó, y yo –tenía seis años- recuerdo que me asomé a la puerta y veo bajar a la gente corriendo del Callejón de Ledesma, Correa, a felicitar a Lucy. La casa se llenó de gente, llegaron los mariachis. Era el pueblo, nadie los movía, ellos solos llegaban. Ahí no había representantes de ningún político, el pueblo mismo la eligió. El voto costaba 20 centavos. Y así fue, es lo que me acuerdo.
P.- Y en comparación de los de aquel tiempo a lo que ahora estamos viviendo, a usted que opinión le merece.
R.- Yo pienso que a estas fiestas del pueblo, ya se las robó el gobierno, ya se las robaron los que dirigen el gobierno de Zacatecas, porque la fiesta es del pueblo y en realidad poco participamos como pueblo. Nos imponen a la reina. Nos imponen precios, nos imponen muchos festejos que ya son diferentes y antes no, el pueblo era el que elegía y el que disfrutaba.
P.- Y no será que como ahora la ciudad de Zacatecas ya tiene más habitantes, eso haya influido de alguna manera.
R.- Pues aún así no se debería perder la raíz, los inicios. Hay pueblos, hay barrios –es cierto que hay colonias nuevas- pero hay barrios que no se olvida uno de aquellos tiempos. Todo el Centro Histórico de ahora, todavía hay gente que se acuerda de aquellos tiempos bonitos. Ahora, desgraciadamente, son muy bonitas las muchachas, son muy lindas, pero no se sabe ni quien las escoge, ni porque salen, nada. Ya no es aquella emoción. Ahora son reinas nada más para cumplir un programa.
P.- Me dice que usted que tenía mas o menos como seis años en aquel tiempo, tiene muy buena memoria. Porque no nos platica como era el primer recuerdo que tenga usted de Zacatecas.
R.- El primer recuerdo que yo tengo es que todos nos conocíamos, todo era más tranquilo, más bonito, las calles... quizás sí le faltaba mucho adelanto, pero había mucha calidad humana. En la calle siempre había niños jugando, lógicamente no había tanto tráfico, pero las personas se distinguían por su calidad humana. Éramos más nobles, éramos más humanos. Ahora, hay mucha gente de fuera, ya toda la gente es desconocida. A mí me gustaba ir a los toros, a los eventos y veía a todas las personas y las conocía y ahora ya no conozco a nadie. La mayoría ya se perdió.
P.- Y regresando el tiempo, ¿cómo se acuerda que era su calle, Estaba empedrada, pavimentada, adoquinada?
R.- Mi calle estaba empedrada, tenía poca luz. Mi barrio era la Calle de Abajo –Víctor Rosales- tenía dos o tres focos, pero salía yo a jugar a la pelota a media mañana. Los vecinos éramos como una familia grande. Yo recuerdo que Lucy entraba a las dos de la tarde a trabajar al Seguro Social, y cuando el pueblo le hizo favor de escogerla para reina, pues ella invertía su sueldo en su ropa, en su persona. Ella fue muy elegante, muy distinguida, y mi madre muy hábil, porque diario le hacía un peinado diferente –en aquel tiempo se usaban los peinados con laca, crepé y todo eso. Recuerdo que Lucy se empezaba a arreglar desde las 11.30 o 12 del día, y todos los hermano alrededor de ella, uno le llevaba las medias, otro le limpiaba los zapatos, porque después de que fue reina, su salida cotidiana al trabajo era un show. Salía de la casa y estaban las vecinas y personas que sabían que iba a salir, nada más para verla. Había un camioncito de la Universidad, don Felipe era el chofer y le hacía favor de darle ride, y se paraba él en la esquina con los estudiantes de Químicas, y le pitaba. Salía Lucy, pero haga de cuenta que salía una artista de estos tiempos, pero ella iba a su trabajo normal, pero se arreglaba muy bonito. Entonces. Se subía al camioncito y la dejaba en el Seguro, pero don Felipe lo hacía en forma gratuita porque era su corrida de todo el día: Químicas-Ingeniería. Incluso había gente, a veces, que la acompañaban al trabajo. Pero había aquello, pues no sé, le daban muy bien su lugar, la admiraban en todo ese aspecto.
P.- Y luego... se casó Lucy. O ¿cómo terminó el reinado, cómo fue el año de reinado, cómo se vestía la gente en aquel tiempo?
R.- Se peinaba y se pintaba muy diferente a la de ahora. Pues el vestido era de los años sesenta, con tacón alto, muy delgadito, faldas entalladas, línea recta, pero no minifaldas. Los vestidos amplios también. El maquillaje muy sencillo, casi siempre rayita negra nada más y los peinados altos, con mucho crepé, mucho volumen, de muchos pisos. Así era. Muchachas nobles, sencillas, naturales. Ahora a mí me da tristeza porque como yo viví eso muy cerca, me acuerdo cuando coronaron a Lucy, era un evento muy bonito, lucía mucho.
P.- ¿Y donde fue, en la Plaza de Armas?
R.- No, en el Teatro Calderón. Le hicieron una pasarela. Desconozco antes como había sido, pero de Lucy, fue una pasarela desde la entrada del teatro al estrado, Llevaba pajes, era una coronación muy bonita. Y en ninguna ocasión recibió una cosa negativa del pueblo, de la gente. Le tenían poquita envidia porque tuvo un novio guapo, llegaba de Estados Unidos y siempre que iba a la nevería y esas partes, la gente se asomaba, siempre estaban al pendiente de sus movimientos, de lo que ella hacía o no hacía. Valían las reinas. Ahora, me da mucha tristeza porque yo voy a los toros, a un evento deportivo, a un evento de feria y yo quisiera conocer a la reina y las princesas, pero no, entran como entré yo, se sientan en un lugar y van vestidas en forma normal. En aquel tiempo no, siempre que había una corrida de toros, Lucy y su princesa, iban siempre vestidas de Manolas y se suspendía lo que estuvieran haciendo para tocarles la Marcha Aída. Así era en la Plaza de Toros, en el básquetbol, en el fútbol, en donde ella entrara, siempre se hacía un relevo para que ellas entraran triunfalmente, que el pueblo supiera que ellas eran las reinas y ellas sabían lucir. Y ahora las reinas son muy bonitas, pero les falta el toque de elegancia que tenían entonces.
P.- Ese glamour
R.- Sí, ese glamour. Y su entrada, porque pues entra la Reina de la Feria, y ellas van de jeans, de chamarra de cuero... El año pasado en un evento, en los gallos, igual, yo preguntaba ¿y las reinas? Pues ya, una muchachitas abrazadas del novio y esas cosas que se me hace que no van. Llevan un papel que representan y deben de llevarlo a culminación del año, al menos de los eventos públicos.
P.- Pues díganos más, que más quiere agregar sobre este asunto.
R.- Pues es bonito recordar esos tiempos. Ojalá y usted pueda recordarle a mucha gente que tenemos esos recuerdos de cómo eran aquellos tiempos tan bonitos, tan bellos. Y las fotografías de ella.
Ella se casó, se casó muy joven, tuvo un hijo –Oscar Perales– pero yo pienso que su reinado fue lo más hermoso que le pasó en su vida. Fue lo más bonito. El gobernador de aquél tiempo, Rodríguez Elías, las sabía realzar. Sabía realzar esas cosas.
P.- Era un gobernador galante.
R.- Así es, galante y apoyaba mucho la belleza de la mujer zacatecana. Ahora no sé si el gobernador sea diferente, pero antes yo recuerdo que la mayoría de las veces iban las reinas e iba el gobernador, a la par. Y ahora pues ya no. Los cambios en ese aspecto, yo no sé a que se deban, pero la Feria de Zacatecas, debería ser siempre pensando en lo tradicional, en las raíces, lo que se hizo siempre.
P.- Le agradezco mucho

Estamos platicando ahora, con Lucy de Santiago
P.- ¿Porqué le dicen Lucina y otros nombres?
LESC.- Porque mi nombre es Lucina Eloisa de Santiago Calzada, pero siempre me han dicho Lucy, en todos los trabajos y donde quiera y me voy a morir como Lucy.
P.- Hasta cuando hizo época Lucy en Zacatecas, mujer muy elegante, guapa, bien vestida, bien peinada.
.- Y muy feliz en ese tiempo. El Sr. Campuzano, que tiene una tienda de alfombras
P.- El Pipiol
LESC.- Gracias a El Pipiol, fue muy sonada la candidatura de nosotras, de Rosa Jasso y mía; porque gracias a él que puso todo su empeño en el slogan, en la publicidad en el radio, en el periódico. El se dedicó de lleno a eso. No sé porque, probablemente en ese tiempo era miembro del patronato, o era amigo de mi papá o algo.
P.- El Pipiol es un personaje de Zacatecas.
LESC.- Él era muy animado y puso un slogan en el radio que decía “¿Quién crees tú que ganará?, Ni me lo preguntes ¡Lucy triunfará!” e inventaba muchas cosas en el periódico y en el radio
P.- Y de ahí nación la idea de que usted fuera candidata a reina de la feria y estamos hablando del año de....
LESC.- ¿De 1964?
P.- Dígame por favor, Lucy, que representó para usted ser Reina de la Feria de Zacatecas.
LESC.- Para mí representó una cosa muy bella. Para mí fue una emoción muy grande, porque en ese tiempo no era como ahora. Ahora las muchachas son más liberales, andan en más lugares. Y nosotras éramos un poco más tímidas. Yo era muy tímida en ese tiempo. Comenzaba a trabajar en el Seguro Social, eran mis primeros compañeros y de pronto, ver que invitaron para candidata a Reina de la Feria, pues fue una sorpresa muy grande.
P.- Y ¿cómo empezó su candidatura, cómo hizo la campaña. quién la guió, quién la patrocinó, quien la apoyó, quien fue el presidente de su comité, si se usaban?
Ya me dijo, para empezar, que el doctor Moreno Navia.
LESC.-Estaba el Dr. Moreno Navia. A mí me apoyaba la Coca Cola, me apoyaban los bancos.
P.- Sí, había una foto del Sr. Ríos, de Bancomer, que Dios tenga en su gloria.0
LESC.- Los bancos, los mineros, Pemex, ahorita no recuerdo, pero buscando en mis apuntes, puedo ver quienes eran,
P.- Pero usted, personalmente ¿qué sintió cuando empezó la campaña. cuando ganó el cómputo, cuando la coronaron? De todo eso cuéntenos, por favor, todo lo que se acuerde.
LESC.- Para Mí fue muy emocionante y muy honroso porque iba a representar a Zacatecas, tan querido y tan bella ciudad para mí, aquí nacimos todos, toda mi familia. Me acompañaban todas mis amigas, me acompañó la doctora Falcón –la doctora Falcón me acompañó a todas las cosas. Lupe Falcón, Martha, Licha Álvarez, mis compañeras del Seguro Social, los doctores, todos andaban conmigo.
P.- De sus compañeras del Seguro Social, ¿de quién se acuerda? Díganos nombres.
LESC.- Mis compañeras eran: Laura Soriano, Licha Álvarez, La Srita. García –que en paz descanse- la Dra. Falcón, entonces el Seguro Social era muy chico, estaba en la avenida Hidalgo, así que ahí, como tenía balcones hacia la avenida, era muy bonito porque todo lo que hacían en los portales, pues todo lo presenciábamos desde ahí. Y el Seguro Social cooperó mucho conmigo. Estaba de director el Dr. Benjamín Aguilar, que también me apoyó. Me apoyó el Seguro Social mucho.
P.- Ahora díganos que sintió cuando andaba en campaña, cuando la gente compraba el voto de 20 cts. ¿o de a cómo era?
LESC.- Yo no recuerdo de a como era, pero toda la gente me apoyaba. Yo sentí que era la candidata del pueblo porque me demostró mucho cariño, mucho entusiasmo. En los cómputos, era muy diferente a como es ahora. Toda la gente, todos los barrios, era un pleito bario con barrio, porque se peleaban por nosotras, y como nada más fuimos dos –Rosa María Jasso y yo. Pues se dividió a la mitad. Pero fue muy emocionante y llevé con mucho orgullo mi reinado y la candidatura.
P.- ¿Quién la coronó?
LESC.- Me coronó un representante del Presidente de México, invitado por el gobernador
P.- ¿El gobernador, Rodríguez Elías, que trato le dio?
LESC.- El gobernador Rodríguez Elías era una persona muy amable. Inmediatamente, me imagino, él dispuso que nosotras participáramos en todos los eventos que había, porque dijo que eso era lo que le daba realce a todos los eventos, que no participaban mucho las reinas en los eventos y que él quería que ese año las reinas fueran a todos lados. Fuimos a las regatas, al básquet, al béisbol, a los toros, al teatro del pueblo, a todos lados aquí en Zacatecas. Además fuimos a Río Grande a las coronaciones Río Grande, Sombrerete, Jalpa, Valparaíso, Villanueva y fuimos a un baile de los zacatecanos que hacían en Morelia en ese tiempo. Fuimos invitadas al baile de los zacatecanos en Morelia. No sé si todavía lo hacen.
P.- No ya no. Y usted personalmente ¿cómo se sintió al recordar como era Zacatecas en aquél tiempo o al recordar como se vestía la gente, como usaban el peinado y que usted fuera la reina?
LESC.- En aquel tiempo todo mundo se arreglaba mucho, se usaban mucho los chongos, los vestidos eran diferentes, con bolsa, con guantes, tomaba uno las cosas más en serio.
P.- Con mucho glamour y mucho protocolo.
LESC.- Sí.
P.- Y ¿cuál fue el momento más emocionante que vivió usted?
LESC.- El momento más emocionante que viví fue indiscutiblemente, cuando gané, segundo, cuando me coronaron, pero tercero, cuando fue el paseo por todo Zacatecas en los percherones que organizaba la Compañía Domecq. Fue muy bonito para nosotras. Probablemente tenga una foto de eso.
P.- Y su vestido, el vestido de la princesa, de todo eso, ¿qué se acuerda?
LESC.- cada cual se encargaba de hacer sus vestidos, pero en ese año nos dijeron que teníamos que tener un vestido para cada ocasión: dos o tres vestidos para los toros: una vez fui de manola, otra vez fui de rejoneadora. Hubo un baile en la Casa del Pueblo de los Charros, fui con una capa Ruana muy bonita, negra, que me regalaron, con una trenza... para cada ocasión llevaba una su vestido.
P.- ¿Y hubo momentos tristes?
LESC.- No, afortunadamente no hubo momentos tristes. Para mí todo fue alegría y muy emocionante porque en todas partes que me invitaban, que estaba la Banda del Pueblo me recibían con la marcha Aída, donde quiera, o que simplemente fuera pasando por la calle y que estuviera la Banda del Pueblo tocando en algún lado, que me vieran pasar. Fui una reina muy querida.
P.- ¿Y porqué se fue de Zacatecas?
LESC.- Me fui de Zacatecas por problemas económicos personales, me fui a trabajar para sacar mi finca y mi negocio adelante –puse una casa de huéspedes– además estaba enferma del corazón porque me operaron cuando tenía 20 años y se me volvió a cerrar la válvula y aquí me dijeron que ya no tenía remedio. Me fui, comencé a trabajar e inexplicablemente un día fui por un dolor de estómago y los doctores se dieron cuenta de que mi válvula andaba muy mal y en seis meses me operaron y ahorita ya estoy como una muchacha de 15, pero nomás del corazón.
P.- Eso, es lo bonito. Lucy, algo más que quiera usted agrega, algún mensaje a las personas que lean este libro.
LESC.- Pues el único mensaje que quiero darles es que recuerden Zacatecas de aquellos tiempos, que ojalá y volviera ser igual que en ese tiempo la Feria, los festejos. Desgraciadamente ahora todo es puro vino, puras pachangas de los muchachos. Antes se divertía uno muy bien, todo era familiar.
P.- Bien, pues le agradezco mucho
LESC.- Gracias a usted.

LAS REINAS DE ZACATECAS


P.- Nos encontrarnos en la casa de Cuquita Acevedo, con el propósito de entrevistar a su hermana Ofelia, con motivo de que ella fue princesa de los festejos el Cuarto Centenario de a Fundación de la Ciudad de Zacatecas (1546-1946). Aquí nos hizo favor Ofelia de venir desde la ciudad de México, para estar presente el día de hoy en Zacatecas y mostrarnos todo el acervo que tiene sobre los festejos del Cuatrocientos años de Zacatecas. Señora Ofelia, muchas gracias por la entrevista. Quisiera que por principios de cuenta me dijeras, ¿cuál es el primer recuerdo que tienes de Zacatecas? ¿Lo primero que te acuerdes de Zacatecas, cuando niña, cómo era Zacatecas, cómo estaba, cuál fue tu impresión que te causó, que nos- dibujes eso?
OA.- Recuerdo que cuando tenía unos nueve, diez años; vivíamos en la alameda, y de ahí nos cambiamos a Miguel Auza, número cuatro, donde pasé la mayor parte de mi juventud, y en esa época mi papá era sumamente estricto con nosotras, no teníamos muchas actividades fuera de la casa por lo mismo. Iba a la escuela que estaba en Miguel Auza, precisamente, en Miguel Auza número 14, o sea, a unos cuantos pasos de mi casa. Ida y vuelta, no había otra salida porque mi papá no lo permitía.

Amigas realmente tuve pocas, por lo mismo, mis principales amigas en ese entonces fueron Blanca Zesati y su hermana Alicia Zesati, que también vivía en la calle Miguel Auza.

P.- Desde el punto de vista arquitect6nico. ¿Cómo eran las casas, cómo eran las calles?

OA.- Las calles eran de piedra bola. Recuerdo que toda la vida ha existido el cerro de La Bufa, que con su capilla y su crestón. Ese es uno de los principales recuerdos que ha perdurado en mí; su Catedral, hermosa, sus calles torcidas, acomodadas caprichosamente como se iban dando las necesidades de la ciudad; y me acuerdo mucho de la Plaza de Toros antigua, que era bellísima para mí.

P.- ¿Por qué?

OA.- Porque yo asistí a una corrida de toros donde los toreros fueron amigos, entre ellos, uno de mis hermanos, Roquito, y con unas amiguitas y yo fuimos de manolas. Como yo iba a pocos eventos esas cosas se me quedaron muy gravadas.

P.- Había mucho polvo, mucha tierra.

OA.- Si, bastante. Mucho polvo.

P.- Estaban sucias las calles.

OA.- No, no, para nada. Desde luego que no.

P.- Todo pintado.

OA.- Todo pintado, todo bonito, todo limpio y la calle empedrada. No recuerdo hasta que fecha empezaron a pavimentar, pero este recuerdo de las calles empedradas, pues ha sido una de las cosas que nunca voy a olvidar. Inclusive cuando veo algún lugar con esas características mis recuerdos inmediatamente se van a Zacatecas, mi tierra adorada.
P.-¿ Tus idas a la escuela eran con las calcetas todas llenas de polvo, de tierra?.

OA.- No, porque estaba yo aun paso de mi casa. Había banquetas. Yo vivía en el número cuatro y la escuela estaba en el número 14. Pero sí, la calle estaba entierradita y ahí jugaba yo a la “quemada” con mis hermanos, con amiguitas, y mientras no llegara don Roquito.

P.- Oye Ofelia. ¿ Cómo transcurría la vida de una niña, de una jovencita, como tú, te acuerdas? ¿Cómo se divertían, cómo se entretenían, cómo llevaban su vida, cómo hacían que el día se acabara, si apenas había una estación de radio -que era la LK- cómo gastaban las horas?.

OA.- No, no. Pues, la cosa era regresar de la escuela, hacer las tareas, seguir teniendo una labor que siempre, para matar el tiempo teníamos que hacer. Acostarse temprano. Pero yo generalmente me ponía a oír el radio de la XEW, oía música de Agustin Lara, de García Medel, todo eso, y me dormía bastante tarde, porque para mí era una cosa hermosísima.

P.- ¿ Cuáles eran las actividades del día de una zacatecana ?

OA.- Lo que te acabo de decir. La tarea. El novio no, era una niña de 13 años. Hacer la tarea siempre en casa porque mi papá era muy delicado y no permitía que anduviéramos en la calle.
Generalmente la pasábamos en la casa matando el tiempo como se podía. Leyendo, oyendo el radio.

P.- ¿Haciendo de comer?

OA.- No. No.

P.- Tu fuiste hija de un señor que fue presidente municipal varias veces. Don Roque, ¿cuántas veces ocupó la presidencia municipal ?

OA.- Pues, la primera vez fue interino de una presidenta municipal -que no recuerdo de
momento el nombre- y enseguida ocupó ese puesto por dos periodos.

P.- ¿Se reeligió? O dejó pasar uno, y luego

OA.- No, parece que fue continuo. Parece que fue inmediato.

P.- ¿ Cuáles son las obras que recuerdas que hizo tu papá como presidente municipal?

OA.- Bueno, puso la Santa Cruz en el Crestón del Cerro de La Bufa, empezó adoquinar las calles, las principales calles: la avenida Hidalgo y las calles de Arriba y de Abajo (Guerrero y Víctor Rosales), y fueron las que empezó adoquinar en sus periodos de la presidencia. La fuente de Los Faroles, la mandó construir.

En ese entonces al Angel de la Independencia se le cayó una ala, e hizo traer una pieza grande de Carrara, Italia, para ponérsela. Reconstruyó el Angel. De lo que yo recuerde eso es.

P.- ¿Quién era el gobernador en ese entonces? ¿Don Leobardo Reynoso o José Minero Roque?

OA.- Yo creo que Minero Roque.

P.- Cuéntanos de tu experiencia como princesa de los festejos del 400 aniversario, de la fundación de Zacatecas. Lo que se llamó festejos del Cuarto Centenario.

OA.- Para mi fue una sorpresa, empezando porque no supe ni como mi papá, siendo, como era de estricto con nosotros, me permitió asistir a esos festejos. Entonces, él tuvo que asimilar todos los programas que se hacían en honor mía, ¡cómo se motivó!

Tuvo que soltarme un poco. Para mi esa fue una época de mi vida muy bonita, porque hice lo que nunca había hecho. Conocí más gentes, asistía a bailes, tardeadas, veladas musicales, inclusive fuera de Zacatecas, en Fresnillo, Guadalupe, Calera, Sombrerete, en todos lugares hacían festejos en honor mío, como candidata. Y para mi fue muy bonito, porque fue una cosa muy importante, ya que vi yo con alegría que todos los partidarios, en su mayoría eran a mi favor. Y todos los fines de semana -había un pizarrón, no me acuerdo exactamente donde lo ponían- apuntaban los cómputos semanales de los votos. y al final vi que ya la competencia era entre Blanca Ruiz Esparza y yo, porque Victoria Eugenia quedó un poquito atrás. Ya era como un pleito, como un reto, pero no era precisamente de Blanca y mío, sino de sus partidarios y los míos.

Aclaro que los partidarios de Blanca fueron por orden del gobernador, del señor gobernador de entonces, Don Leobardo Reynoso, fueron el magisterio y nada más, y su papá.

P.- Y ellos fueron los que la llevaron al triunfo.

OA.- Sí, exactamente. Ellos fueron los que la llevaron, puesto que ya para finalizar el tiempo del último cómputo, el señor gobernador mandó llamar al tesorero del comité, que era Don Manuel Sescosse, y le exigió que le dijera que cantidad de votos teníamos tanto ella como yo. Y, él, pues no se porqué, pues lo hizo, y le dijo. Entonces, ya supieron que cantidad agregar para que ella saliera triunfante, y así, fue, como ella llegó al reinado.

P. ¿Cómo eran los vestidos? ¿Cómo, la convivencias, cuando ibas a los distintos municipios? ¿No te gustaría que todas las muchachas, todas las chavitas se enteren por boca tuya, se enteren de cómo era el comportamiento de los jóvenes hace 50 años?

OA.- Ah, no, pues, eran muy respetuosos, desde luego, muy diferentes como son ahora. Claro, es el tipo del cambio de vida; no podemos criticar a la juventud de ahora, pues es la juventud que les ha tocado vivir. A mi me tocó vivir una época de mucho respeto. Tuve, gracias a Dios, muchos pretendientes; jóvenes muy agraciados, digamos, y para mí las fiestas eran de una belleza incalculable, pues se lucían vestidos largos, desde luego, en cada fiesta era un vestido nuevo; procurábamos siempre lo mejor posible. y era un entusiasmo general para cualquier evento.

P.- ¿Dónde compraban la ropa?

OA.-Nos la hacíamos. A mi me la hacían. Yo tenía una modista amiga la señora María Preza, que cosía divino, entonces ella siempre me hacía favor de elaborarme mis vestidos, que era muy seguido, porque cada fiesta era un vestido diferente. Y si, eran muy vaporosos con algo de crinolina, pues, mucho, mucho. Lucíamos mucho.

P.-¿Cuáles eran los colores preferidos?

OA.- El rosa, el azul, el rosa pajita, colores pasteles; verde muy bajito, blanco. .

P.- Estuvimos viendo, aquí antes de empezar la entrevista, un baúl de recuerdos muy ricos.

Por ahí me encontré una nota que hizo Don Sebastián Barretero Muro, en donde cuenta de las dificultades que pasaron ustedes como oposición al régimen, vamos diciéndolo, oposición al régimen, porque el reinado lo ganó otra persona que no era la que gozara
de la simpatía de todo el pueblo. ¿Sí nos podrías contar cómo se comportó el pueblo, tus seguidores, cuando se les volteo la tortilla, cuando ya tuviste que ser una princesa por haber perdido el reinado?

OA.- Pues, fue para ellos una sorpresa, porque estaban seguros de que me llevarían al triunfo, pero por lo que conté anteriormente, no fue posible, y nadie lo supimos, sino hasta después.

P.- y ¿qué fue lo que sucedió? O sea, a parte de las órdenes que recibió Don Manuel Sescosse, ¿cuál sería el verdadero motivo que movió a Don Leobardo hacer esa maniobra?

OA.- Pues, es que el dinero que se recaudaba para eso era para el gobierno, entonces, como el papá de la señorita que salió reina, era una persona de bastante dinero, de bastantes posibilidades, pues él se inclinó hacia ella para poder sacar más.

P.- Visto desde el punto de vista económico, para él le resultaba más favorable.

OA.- Sí, porque simpatía, desgraciadamente no, porque yo lo diga, pues yo la tuve desde un principio, la simpatía para ocupar ese hermoso puesto.

P.- Pero, cuéntanos como reaccionó la gente de aquel entonces, ante esa imposición?

OA.- Cuando supieron de ese último cómputo que ya estaba como reina la señorita Ruiz Esparza, se lanzaron a las calles con antorchas como protesta.

P.- ¿Cómo cuántas gentes eran?

OA.- Pues no sabría decirte, porque era toda la calle llena, eran muchísimos, y anduvieron por todo Zacatecas, y gritando Blanca no, Ofelia sí. Eso era constante. A partir de ese día era un grito general.

Entonces, yo recuerdo también que, mi papá me pidió que fuera yo en ese momento a la casa de la Reina, de la señorita Ruiz Esparza, para felicitarla por su triunfo, y así lo hice.

Inmediatamente fui, y me encontré con la sorpresa de que tenían fiesta, o sea, ya sabían que ella iba a triunfar. Había un conjunto musical, un banquete preparado.

Entonces, debido a todas las maniobras anteriores para mi realmente no fue una sorpresa.

Luego tuvieron que arrestar a todo el gremio militar para que no hicieran más escándalos y estuvieron guardados no sé cuantas horas.

P.- ¿ y por qué los militares?

OA.- Porque ellos fueron los principales que componían mi comité. El presidente fue el Coronel Comandante del 30 Batallón, Don Eusebio Venegas Gallardo. El Secretario, Teniente Coronel, Manuel Pérez Henderson, el Tesorero, Capitán Segundo, Aurelio Hemández Reyes, el Secretario Propietario y de Prensa, señor Sebastián Barretero Muro, el Secretario del Partido Popular, señor Antonio Medellín y Sánchez, y el primer vocal, Mayor Eliezer Saldaña Valdez, el Segundo vocal, Mayor J. Trinidad Lázaro Pérez, Tercer vocal, Manuel Villa del Real, y Cuarto vocal, señor Esteban Luna.

P.- ¿Ellos eran los miembros de tu comité. A ellos fueron a los que apresaron el día del triunfo?

OA.- No, a todos los subalternos.

P.- Eran los que se temía que fueran hacer algún desorden.

OA.- Exactamente, para prevenir todo eso los guardaron un ratito. y claro, el pueblo, que era en su mayoría que me apoyó, después de los militares, estaba sumamente molesto, y haciendo muchas travesurillas, inclusive fueron a ensuciar la puerta de la casa de la señorita Ruiz Esparza. Le aventaron jitomates y cosas de esas. Cosa que a mi me molestó y yo me vi obligada a sacar un desplegado para el pueblo. Si gustas te entrego una copia para que te enteres lo que se decía, y era para que se respetara la Reina de Zacatecas.

P.- Lo escribiste con motivo de la necesidad que viste, de calmar los ánimos de los partidarios, para que no dañaran ni atacaran a la Reina.

OA.- Exacto, con ese motivo fue.

P.- Fuiste tu, ¡la gran perdedora!

OA.- Claro. Pero no fui perdedora, ¡porque yo gané! Yo gané todo el cariño del pueblo, y realmente para mi eso significó más que si en realidad hubiera tenido la corona puesta.

P.- Si, porque además, dice aquí algo bellísimo, ya al final del manifiesto, dice: " A las respetables autoridades, a las instituciones, a las sociedades y los clubes que me hicieron partícipe de reiteradas consideraciones, les expreso rendidamente mi reconocimiento, ya mis partidarios y simpatizadores les digo, hondamente impresionada, y desde lo más íntimo de mi alma, que con su elocuente y avasalladora simpatía, con su cariño y afecto, dejaré una guirnalda de rosas, que siempre llevaré prendida a mi corazón, con unsiosa devoción”.

“Guirnalda perfumada que vale más, mil veces más que la corona que con su voluntad quisieron poner en mi modesta frente, y que será toda vivida la ofrenda de inestimable valor que siempre pueda ofrecer con infinito amor y veneración a mis padres ya los suyos".

Qué hermoso pensamiento, qué hermoso fin de un problema tan grave, de un problema popular tan grave, que se podía transformar en político.

OA.- Exactamente, precisamente para el 16 de septiembre, que fue el desfile, la señorita Ruiz Esparza no pudo salir. Porque también, supe después que la habían amenazado, que no saliera, porque a ella no le pertenecía ese lugar. y yo me enteré de que no iba a salir hasta que no estábamos ya, en la formación y que yo estaba en primer término. La señorita Victoria Soto Reimers si asistió como segunda princesa y todas las embajadoras de los municipios, que eran amiguitas muy queridas y muy bellas.

P.- Oye Ofelia, no sé si tengas más que contarnos de lo de la campaña de reinas, 0 si nos pudieras contar ya de lleno, ¿cómo fueron los festejos del Cuarto Centenario? Por aquí estoy viendo un tesoro maravilloso, como es la invitación que se hizo, en donde dice:
"Cuarto Centenario de la Fundación de Zacatecas", Fiestas Patrias, y luego abajo tiene tres años. En la contraportada, está el señor Don Miguel Hidalgo, donde dice, "Patria y Provincia".

Luego un fragmento de la Bizarra Capital de mi Estado, de Ramón López Velarde, y ya dice lo que Don Leobardo quería expresarle a la gente para conmemorar dignamente el Cuarto Centenario de la Fundación de Zacatecas.

Aquí dice que los padrinos de la celebración fueron Don Manuel Avila Camacho, Presidente de la República, Don Miguel Alemán, Presidente Electo de la República, y el Comité Organizador, presidente honorario, Leobardo Reynoso, presidente ejecutivo, Dr. José Castro Villagrana, los secretarios, Lic. Joel Pozos y Roberto del Real, el vicepresidente, Samuel Silva, tesoreros, Bernabé del Valle y Enrique Castaneda. y dentro de los vocales es una lista bastante grande, entre ellos, Don Manuel Sescosse Jr., Don Manuel Sescosse, Don Roque Acevedo, y vemos con sorpresa que Don Federico Sescosse también estaba en el comité organizador del Cuarto Centenario, y desde hace cincuenta años, y coincidentemente también está en el Comité Organizador del Cuatrocientos Cincuenta Aniversarios. Entonces, nos gustaría mucho, Ofelia, si no tienes inconveniente, que nos platique lo que te falte decirnos de tu campaña, y como te sentiste tu en esa semana de celebraciones. En esa semana tan bien elaborada de festejos.

OA.- Bueno, este, te quiero decir que el Día de la Coronación fue algo muy lindo para mí, y penoso, por mi parte, para la Reina. Porque, primero entraron las embajadoras de los municipios, acompañadas por El Heraldo, por el Dr. Raúl Estrada, y luego entró Victoria Eugenia, como segunda princesa, y cuando yo iba a entrar, mi papá fue el que me acompañó, no El Heraldo, entonces tuve la sorpresa linda, que cuando yo entré al Teatro Calderón, que fue donde la coronación, se venía de aplausos y de gritos y de vivas y de Ofelia, y muchas cosas muy lindas. Desgraciadamente, cuando entró la Reina, pues ya fueron contados los aplausos, y con tristeza, porque fue una situación penosa para ella.

Viene luego la coronación, por Don Leobardo Reynoso, actual gobernador del estado, y se inclina la corona hacia mi lado. Empezó la gente a gritar, sí, es que no te pertenece, se va con su dueña, que no sé qué, ni no sé cuanto. Bola de aplausos, y Ofelia, y Blanca, y total.

Terminó eso ya, y seguimos con el baile, en el Salón de arriba del Teatro Calderón. Muy bonito, unos vestidos hermosísimos de todo mundo, todo mundo iba muy elegante. Son recuerdos muy bellos. Yo no sé por qué en ese antes no se acostumbraba como ahora, tomar fotos a cada paso, hubiéramos tenido unos recuerdos más bonitos, que los que tenemos. Yo desgraciadamente cuento con pocas fotos, y de ese baile con ninguna. De la Coronación si tengo una, y posteriormente de un baile en el Casino de Zacatecas, luego otro baile en Palacio de Gobierno, y creo que son todas.

Ahora quiero decirte que, que todos los recuerdos que tengo yo de toda esa campaña, pues fueron el que más recuerdo y más me ha gustado y que creo inmerecido, fue que a la "Marcha Zacatecas" le pusieron una letra para mí. Hubo una persona que no recuerdo de momento su nombre, no en vano han pasado tantos años, me hizo un busto de cantera; también hicieron una pintura, la señorita María Preza, la pintora; hicieron un retrato a lápiz, con el cerro de la Bufa ya bajo todos los integrantes ,de las personas que me apoyaron.

Resulta que en el baile de coronación, la persona que andaba pretendiéndome para novia, me fue a sacar a bailar, entonces yo le dije que esperáramos a que sacaran primero a la reina, para darle su lugar.

En cuanto él se retiró, se acercó mi papá y me dijo: ¡si bailas con esa persona te llevo a la casa! Entonces yo le contesté, "pues, ¡vámonos! Pero no fue así, lo que pasó fue que ya no pude bailar con él en toda la noche, pero sí con otras personas, pero claro, no me llevaron a la casa.

Otra cosa que recuerdo, muy bonita, fue una marcha del maestro Manuel Benítez Valle, de Sombrerete, con letra del señor Sebastián Barretero Muro, "La Marcha Ofelia". Otra cosa que recuerdo con mucho gusto fue un festival que hubo en la Plaza de Toros, y en el número 10 del programa, todos los militares, que eran en su mayoría oficiales, haciendo gimnasias, cuando terminaron, formaron con sus cuerpos mi nombre en el ruedo:..."Ofelia".

Entonces, para mí eso fue muy bonito, y

ojoojojojojojojojojojojojojojojojojoj

Tenemos también unos versos muy lindos que me hizo una persona del pueblo, que era el señor Octaviano Frías, me parece que salieron en el periódico, el año pasado, en Agosto del año pasado, y que yo creo que todo mundo los conoce ya, están muy bonitos.

P.- Y de la semana de festejos ya en sí, ¿qué es lo que más te impactó?

OA.- El baile y la coronación, desde luego, fue lo más fuerte, no solamente para mí, para todo mundo. Porque fueron cosas muy emotivas, y para mí principalmente.

P.- y de los invitados especiales, de los personajes que vinieron de otras partes, a ¿quién conociste?
OA.- Conocí al licenciado Luciano Kubli, que era un poeta zacatecano, al licenciado Jesús González, al Dr. Castro Villagrano, al actor Don Roberto Soto, el papá de Mantequilla, y con el cual tenemos una foto muy bonita en el Casino de Zacatecas.
P.-.hubo conferencias, vino Agustín Yáñez, según veo aquí, El Lic. José Rivera Pérez Campos, Francisco Monterve García, Rafael García Granados, el Dr. Carlos Dusglan, y el Dr. Gonzalo Catañeda, que vinieron a dar conferencias, y según dice la invitación, un ciclo de cultura para los universitarios. Y vemos que había cosas muy interesantes, pero aquí está la inauguración de los trabajos de la construcción de la presa de Trujillo, en el municipio de Fresnillo. Hay también la primera piedra del edificio de la Escuela Normal.

A la corrida de toros vino el matador Luis Castro "El Soldado", y Antonio Velásquez, lidiando ejemplares de la ganadería de Don Lucas González Rubio. Inauguraron el jardín Juárez, construido por la Presidencia Municipal de Zacatecas. Se inauguró la biblioteca pública del Estado, y las obras reconstrucción, llevan el nombre que todavía llevan
actualmente, de Elías Amador.

Dice aquí que, hubo también las obras de restauración y reconstrucción de la escuela "Salvador Cosío" en Guadalupe. Dice que vino Fany Anitúa y sus discípulas, Oralia Domínguez y Sara María Espinoza, y el distinguido pianista Armando Montiel Olvera, el violinista Aurelio Fuentes. El Lic. Jesús Reyes Ruiz dio una conferencia, él ganó los juegos Florales del Año de Ramón López Velarde, en el año de 71. Se hicieron inauguraciones de la carretera Jerez- Tlaltenango, que apenas hace poquitos años se pavimentó. Un programa bastante completo, de mucha obra. ¿ Tu fuiste a todas las inauguraciones?

OA.- No a todas, a algunas.

P.- Y luego aquí dice, que había una hemeroteca en la biblioteca del Instituto de Ciencias Autónoma de Zacatecas, que lleva el nombre de "Juan Ignacio Castorena Urzúa y Gaoyeneche", donada por la sociedad de alumnos de dicho plantel.

Descubrimiento del busto del fundador del Instituto, "Francisco aarcía Salinas", ejecutado por el ilustre escultor, Carlos Blanc. Descubrieron un retrato de Juan Ignacio de Castorena, donado por el presidente de la República, Don Manuel Avila Camacho.

¿Ah! Mira, fue cuando se inauguró la calle Aguascalientes, la colonia de zacatecano residentes en Aguascalientes, trabajando en ferrocarriles mandaron su regalo. Por cierto que esas placas ya no las he visto, parece ser que Gerala las quitó, y quién sabe qué haría con ellas, pero es como haber, como que querer borrar la historia. Se inauguró la avenida Torreón, y se inauguró una exposición pictórica del Departamento de Artes Plásticas de la SEP. Maravillas, maravillas, maravillas.
P.- ¿ y por qué te fuiste de Zacatecas ?

OA.- Porque me casé con el que no me dejaron bailar.

P.- Fíjate, el regalo que te hizo, te arrancó de tu pueblo. ¿Desde qué año te fuiste?

OA.- Me arrancó de mi pueblo. Me fui desde el 47 .

Regreso a Zacatecas generalmente una o dos veces en el año, a veces si puedo, más.

P.- Y ¿cómo has ido sintiendo los cambios de Zacatecas? Avanzamos en urbanismo en arquitectura, en estos 50 años que han pasado.

OA.- Muy favorables para todos los habitantes, y desde luego, Zacatecas ya es una de las ciudades más hermosas de la República, no dicho por mí, que soy zacatecana, sino todas las personas que han visitado esta tierra.

P.- Pero, ¿tú que sientes cuando vas llegando?

OA.- Mucha emoción. Lo primero que busco es el cerro de La Bufa.

P.- Frecuentas a muchas de tus amistades de estos cincuenta años.

OA.- Ultimamente las he empezado a frecuentar, porque me he dedicado un poco ala pintura al óleo, y he presentado dos exposiciones el año pasado, y con ese motivo las empecé a reunir. y pues, una cosa muy bonita, porque hacía cuarentaitantos años que no nos juntábamos.

P.- Aparte de pintar ¿a qué te dedicas en la Ciudad de México?

OA.- A hacer arreglos florales, a mi casa, como siempre, a mis hijos, a mis nietos. Hago yoga, y estoy en mi casa generalmente.

P.- ¿El bailador?

OA.- El bailador ya no vive, tiene 16 años que partió.

Ya estoy solita.


P.- y ¿qué es lo que más te gusta cuando vienes a Zacatecas? Esos reencuentros, ¿cuáles son los más emocionantes?

OA.- La calle principal, que es la más antigua o más linda, es lo que más me gusta ver continuamente. El Teatro Calderón, desde luego, y la Catedral, todas las iglesias, Santo Domingo, que fue donde yo hice mi primera comunión, el Convento de Guadalupe, que es mundialmente conocido y tan hermoso, tan valioso, y las nuevas colonias que han hecho, pero lo que más me gusta es lo viejo de la ciudad.

P.- ¿Cuál edificio te llena más?

OA.- El Teatro Calderón.

P.- Porque casi se cae el día que te aplaudieron.

OA.- No, porque yo antes de casarme tuve un recital de piano en el Teatro Calderón. Primero la Coronación, después eso, y últimamente fue mi exposición de pintura. Entonces, para mí tiene muchos recuerdos.

P.- Oye, y Don Roque ¿por qué será más famoso, por haber sido presidente municipal o por haber sido dueño de la Sevillana?

OA.- No, yo creo que por su calidad humana.

P.- ¿Qué recuerdos tienes de la Sevillana?

OA.- Pues yo estuve ahí bastante tiempo ayudando a mi papá en la tienda. Era yo, envolvía regalos, era su secretaria, atendía el mostrador, limpiaba vidrios, barría, hacia de todo.

P.- ¿Tú sola?

OA.- Estuvo Roquito mi hermano, que yo recuerdo, porque Carlitos estaba muy chico. Había otra señorita, mozos y otros dependientes.


P.- Pero, cuéntanos y dinos: ¿qué importante era la
tienda La Sevillana?

OA.- La tienda era importantísima, porque en ese entonces, era, sin lugar a dudas el mayor comercio que había en Zacatecas. Después estaba el de Don Pancho Jacquez, claro, después fue decayendo la tienda por muchos motivos, pero el edificio ahí sigue y yo cuando lo veo me acuerdo de La Sevillana, no lo veo como banco.

P.- Era de las tiendas en que los almanaques ponían abarrotes en general y ultramarinos. Usted, ¿no nos quiere contar algo de La Sevillana doña Cuquita?

OA.- Ya no era La Sevillana de aquel entonces. La Sevillana en la avenida Hidalgo, que fue de toda la vida, como acaba de decir mi hermana, pues fue la principal tienda, había dos la de Don Pancho Jacquez y la Sevillana. En las tardes se reunían en la trastienda muchas amistades de mi papá, que se ponían a jugar al cubilete, se tomaban su copita, y era una cosa así como una costumbre que se hizo muy famosa con todas las amistades de mi papá.

Según ellos nadie se enteraba, pero todo mundo sabía. Inclusive, en una película de Toño Aguilar, dice Tony a uno de los que estaban ahí, dice: "vete a traerme una tequila a La Sevillana de Roque Acevedo".

Como dijo mi hermana hace rato, mi papá, más que por haber sido presidente, él tuvo diferentes cargos, pero más que nada él tuvo siempre un don de gente tremendo. El ayudaba a mucha gente, especialmente a muchos que venían de Trancoso, iban y le consultaban sus problemas.

Si él no les podía ayudar, él los mandaba con quienes les podría ayudar. Directa o indirectamente siempre ayudaba a la gente, y hasta la fecha, yo me encuentro a personas que se acuerdan de él. Don Roque me hizo este favor, aquel favor. El nunca tuvo dinero, pero siempre fue muy bien aceptado en todos los niveles sociales por su manera de ser.

P.- ¿Y de los “pajuelazos” (trago grande de mezcal) que se iban a tomar ahí, a escondidas?

OA.- Los principales eran los que trabajaban en el cine Ilusión y en el Teatro Calderón. En las mañanas iban a tomarse su farolazo de tequila, que para después ir a desayunar a gusto.

Iban temprano, compraban su botella, se la tomaban ahí afuera del mostrador.

P.- Podría describirnos la tienda, qué tan grande era.

OA.- Las dimensiones son las mismas que tiene ahorita el Banco del Centro, pero no sabía decir. Sí estaba muy grande, y mi papá tenía mucho gusto para arreglarla. Me acuerdo que hacían unas torres de puras botellas de vino. En una ocasión alguien, algún niño tiró una y todas se vinieron abajo. Vendía latería y vinos importadas, chocolates finos. Era una tienda de lo mejor que había.

P.- De los festejos del 450 aniversarios, qué haz oído, qué te gusta.

OA.- Todavía no me entero de lo que se prepara. Pero, voy a estar pendiente porque para mí es algo importante, sobre todo la fecha. Hace 50 años que anduve ahí en la bola

P.- Señora Ofelia, no quieres mandar algún mensaje a las gentes, para completar la entrevista, que te agradecemos mucho a nombre de los zacatecano.

Les va a gustar a todas las gentes que aman a Zacatecas, ver en las páginas donde se publique esta entrevista, los documentos que amablemente nos haz obsequiado, para que nosotros se los enseñemos a los zacatecanos. ¿Algún mensaje?

OA.- Con mucho gusto, pues yo quiero mandarles un saludo y mi agradecimiento eterno por el cariño que me demostraron en ese entonces, a mí ya mi familia, y amor de Zacatecas a esta tierra.

P.- Muchas gracias.